
No 7 -2006
Carta para todos
“casi nadie quiere comprometerse”
Decía Jesús... “Si se mantienen en mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos, y conocerán la verdad y la verdad les hará libres” Juan 8, 3l-32
Somos optimistas, en el nombre de Jesús, esperamos en el Señor, contra toda esperanza, como esperó y creyó Abraham, pero el panorama de nuestro país y del mundo, no es nada alentador... Hay mucha miseria, hambre, desempleo... sí, desempleo y entonces ¿por qué tantas personas tienen dos o tres empleos, dos o tres pensiones? ¿Por qué personas que no necesitan le quitan el empleo a un padre o a una madre con uno o varios hijos?" No hay dinero y los gerentes de grandes bancos se jactan de las ganancias escandalosas que tienen; se despilfarra el dinero en televisión en concursos y programas en contra de la familia, de la dignidad humana, de los valores. No hay dinero, pero vaya a las cantinas, burdeles, bares, discotecas y playas y mire cuánto dinero se derrocha; mire todas las compras de cosas y objetos que no necesitamos y sin los cuales podemos vivir. En los supermercados cada mes aumentan las cosas, quieren ganar más y más y el pobre con menos mercado, con más deudas, con más necesidades (Prov. 28, 6 y 8).
Decía alguien " Dios nos dió el dinero poco o mucho para que el pan de Dios llegue oportuna y respetuosamente a todos sus hijos".
¿Quiénes han acabado las grandes empresas? los malos trabajadores, los que exigen más de lo que se les podía dar; los sindicatos se hicieron para defender los buenos trabajadores y cuántas experiencias defendiendo zánganos, perezosos y deshonestos. Los buenos trabajadores y patronos justos han hecho crecer las empresas y muchos han llegado a altos cargos y hasta a gobernar naciones.
Cuántos profesionales, políticos y científicos han querido sacar a Dios de sus vidas, de sus naciones, cuántos colegios lo han sacado de sus cátedras, de sus aulas, cuantos jóvenes aún de colegios orientados por religiosos odian la iglesia, odian a Dios o se han ido a sectas fundadas por hombres y abandonan la iglesia fundada por Jesús. Pero todo se devuelve, las guerras, la violencia, la rebeldía y apatía de nuestros jóvenes son consecuencia del abandono de la palabra de Dios NO NOS HEMOS MANTENIDO EN SU PALABRA como lo hicieron la mayoría de nuestros abuelos, no rezamos el rosario, no nos encontramos con Jesús en la Eucaristía, todo nos parece “NORMAL” y se perdieron los valores de ayer: la vida, la amistad desinteresada, el noviazgo, el matrimonio, la sexualidad bendecida por Dios, la Virginidad, las buenas palabras, los buenos modales; nos parece normal el machismo, tener varias mujeres, varios hombres, el abandonar un hogar un compromiso, normal la mentira, el desenfreno sexual, ya no vale la palabra y LA PALABRA ES JESÚS Y LA PALABRA ES LA VERDAD.
Tenemos que comprometernos todos: los niños en la infancia misionera, los jóvenes en grupos juveniles, en la catequesis, en los grupos misioneros o en grupos artísticos o de servicio a la comunidad, en grupos musicales para rescatar la música de nuestra querida patria y de los grandes compositores del mundo, la mayoría de ellos que elogiaron con sus obras a Dios.
Comprometernos a cambiar en el hogar, en el en el estudio, en el trabajo, en nuestra amada iglesia católica, con Jesús, con María, llevar la alegría de la música y los cantos, invertir en la liturgia, que participe más la mujer, los laicos como con gran ejemplo nos muestra el Vaticano en las lindas ceremonias con las que se ha alabado a Dios al entregarle a un gran Papa JUAN PABLO ll y al recibir al humilde y sabio servidor de la viña BENEDICTO XVI.
Hay que invertir tiempo, dinero en los pobres, en los grupos de formación bíblica, en los jóvenes, en los niños. Mira tus cuentas, tu casa, tus posesiones materiales y revísate ante Jesús; como decía San Basilio: "EL PAN QUE TE SOBRA ES EL PAN DEL HAMBRIENTO; EL VESTIDO COLGADO EN TU ROPERO ES EL VESTIDO DEL QUE ESTA DESNUDO, LOS ZAPATOS QUE NO TE PONES SON LOS ZAPATOS DEL QUE ESTA DESCALZO; EL DINERO QUE TIENES GUARDADO, ES EL DINERO DEL NECESITADO; LAS OBRAS DE CARIDAD QUE TU NO REALIZAS SON INJUSTICIAS QUE COMETES”.
